lunes, 7 de febrero de 2011


Quisiera saber pintar, transmitir en un lienzo los colores que me rodean, las sensaciones y los atardeceres, la sombra de la desnuda rama de un árbol, sobre el cesped, quemado por las heladas, el reflejo de la luna, tirada panza arriba en el frío cielo escarchado de febrero. Quisiera interpretar el silencio de la tarde desnuda y azul, el brillo del agua corriendo en el regajo que dejó la última lluvia. Quisiera plasmar para siempre la luz en los ojos de mis niños, de mis amados niños, con sus tonos dorados y miel, el negro profundo desde el que me mira Miguel, con sus dos rajitas misteriosas, almendradas mirando de frente al futuro. Quisiera tantas y tantas cosas, encerrarlas y conservarlas en el momento, en el instante que ocurren para llenarme de felicidad y no olvidar nunca. Retener el horizonte y el verde de la hierba, el blanco de las nubes y ocre del camino que se pierde a lo lejos.....
7 de Febrero 2011

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