domingo, 25 de diciembre de 2011


Hoy al levantarme, he pensado, que me queda un pasito menos para acabar con esta gran obra de teatro que se llama Navidad. Como una señal del jaleo que se me avecinaba, me di cuenta que las lucecítas del dichoso arbolito de Navidad, no funcionaban, puse unas velitas muy monas y las encendí cuando ya se había hecho de noche, quedaba un ambiente muy pero que muy bonito. Todo muy normal, como en todas las casas de España. Empezaron a llegar todos y todos con su rollo o con el de otros. Y como no, llegó Fran todo ilusionado y apretado con su pluma gorro y bufanda y lo primero que hizo fue meter su dedito en la bonita vela debajo del árbol. Por lo tanto se fastidiaron las velas. Y casi que se fastidia la fiesta también, porque en mi familia querida, nadie se corta un pelo, tengo un sueeeeerteeee.....Bueno, el caso es que por fin todo termino bastante bien y la casita y la vajilla se quedó limpia, yo me quedé tranquilita y aquí estoy, esperando que se decidan a venir a comer, que ojala no, que se duerman, descansen y no aparezcan hasta la cena. Cruzando los dedos estoy, que aun queda Noche Vieja, Año Nuevo y REYES y éstos familiares mios tiene un peligrooo...

sábado, 17 de diciembre de 2011

FELIZ NAVIDAD


LLega la Navidad, llega vacía y triste, mientras una minoría exclusivista y desvergonzada, disfrutará de todo, la mayor parte de España, se conformará con poco, con una poca de ilusión contagiada por los más pequeños y sólo eso. No hay pavo para todos en esta España del 2011. La crisis, se metió en las casas a escondidas, no es justo que pagen los más vulnerables, que nadie levante la voz por ellos. ¿Dónde estaban esos partidos de izquierdas que levantaron los trabajadores?. En esta Navidad se esfumaron también las ideologías y la confianza, la esperanza. Entonces, ahora si que es verdad el dicho aquel de que " Teniendo salud, es lo más importante", bueno pues que así sea.

sábado, 26 de noviembre de 2011

Las manitas de Fran.


Tan lindas manos, no paran, no dejan de tocar, de expresar su alegría, de abrirse y cerrarse, de restregarse las lágrimas cuando le contradicen. Se baten en el aire al compás de sus carreras, te acarician, con tanto cariño, tan calentitas y rosadas. En ellas está toda la inocencia, la pureza, la felicidad, tanto en algo tan pequeño, que parecen un milagro. La esperanza en las manos de Fran, el futuro en las manos de Fran.

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Vientos de tormenta


Sobre la helada tierra se posaban las hojas caídas de los árboles, y el agua había formado charcos irisados sobre el pavimento sucio. La tarde llegaba a su fin, el cielo se encendía en el horizonte y el tren se acercaba lento. La gente se agolpaba en la estación semi oscura y triste. Una sola farola alumbraba el exterior del edificio, el miedo calaba hasta los huesos de los infelices, hambrientos seres, que deseaban con esperanza infinita huir, huir de una guerra que no iba con ellos, atrás dejaban sus casas sus recuerdos escondidos. Su padre había sido panadero y hasta los dos últimos años había vivido con relativa tranquilidad, pero sintiendo la cercanía de la guerra y la crueldad que suscitaba la supervivencia, guardaron confiadamente, lo más valioso de sus pertenencias dentro del viejo horno, que tanta calidez y seguridad había dado a sus vidas. Apenas se miraban, no podían levantar los ojos del suelo, por miedo a ver reflejado en las pupilas del otro, toda su amargura. Estaban unidos por el hilo infinito de la desgracia. Parecía que hubiese transcurrido un siglo, pero sólo habían pasado unas horas desde aquella mañana de mayo. Todo había quedado dispuesto para su boda. Percibía que era precipitada y triste, sin saber porqué. Esa tristeza insondable que sobrevolaba y abatía su corazón. Nunca, hasta ese amanecer había sentido la guerra tan cerca. La noche anterior, habían corrido al refugio más cercano, amenazados por el ir y venir de los aviones, llenando la noche de temores. El cielo azul de media mañana, se entristeció a medida que transcurrieron las horas. La ceremonia sencilla y rápida, llegó a su fín. No quisieron alargar mucho a fiesta y sin saber lo que les rondaba, bajaron entre los naranjos, aprovechando las sombras de las ramas, plenas en primavera. Una tormenta inesperada, empezó a colarse rápida y heladora por entre las sierras oscuras. De pronto, el frío y la lluvia se precipitaron sobre ellos, casi notaban que la tierra se endurecía bajo sus pies, la primavera se olvidaba de ellos, tal vez de España entera. De pronto, los aviones, tan temidos, rugieron en el aire duro de la tormenta, soltaron las bombas y sembraron los campos de muerte. Fue sólo unos minutos. Refugiados en la cuneta con las manos sobre la cabeza, tapándose los oídos, el corazón les golpeaba con furia el pecho. Era una inmensa pesadilla, no podían ver nada, entre el humo y el dolor. Pero el tiempo se deshizo entre sus manos y sus ojos alcanzaron la crueldad de su tragedia. El cielo se había abierto de nuevo, azul y frío. Entonces el silencio se lleno de sollozos y de sangre, se buscaron con la mirada traspasada por el miedo, esperaban un halo de vida entre los naranjos, cada uno por un lado, sintiendo que el destino los había partido en dos. Ella corrió hacia su madre, su madre tan querida, pero ya no volvería a sentir sus abrazos, no volvería a escuchar su voz tan consoladora. Estaba muy cerca de ellos, tristemente lejana y fria, abrazada a su hija más pequeña, protegiendola inutilmente con su toca ensangrentada. Ya nada volvería a ser igual, nada con lo que había soñado tantas y tantas veces. Luego, pasando el tiempo, siguió años y años recordando el día de su boda, con la imagen imborrable de ese lejano día entre los naranjos. Contándolo a sus hijos y nietos duranate toda una vida. Cuando enterraron sus cuerpos y guardaron sus recuerdos, huyeron a la estación abarrotada con tantos y tantos seres desvalidos. Allí esperaban un tren, un tren que los llevaría lejos, pero sin saber que apesar de su huida, donde quiera que fuesen y durante todo el tiempo que viviesen, apartir de ese inesperado día de mayo, siempre llevarían consigo esa amargura y sufrirían por una injusticia y crueldad que duraría más de cincuenta años. Luego alzarían sus voces con libertad y dignidad a pesar de sus almas heridas, volverían a confiar en una vida mejor, pero en una parte escondida de su corazón y en la soledad de sus recuerdos, no olvidarían jamás las almas sacrificadas en los campos de toda Extremadura.

FRAN


Tu sonrisa despierta la alegría en el día triste que avanza lento. Tus ojos contienen miles de miradas lejanas, de paisajes soñados, inalcanzables, bellos. La vida nos regaló de nuevo la esperanza, la lucha, al empezar de nuevo. Cuando corres, respiras , chapurreas en un idioma que no conocemos, tus pupilas reflejan el universo, el universo que se rinde a tus dos años y a esa sonrisa que nos abre el corazón en dos, que nos hace olvidar las penas, los problemas, lo cotidiano, que contigo se transforma en una continua aventura sin límites. Gracias Xin Hong Guang, gracias Fran, gracias por lo que nos haces sentir, vivir, correr tras de ti la calle abajo, repitiendo tu nombre; eres nuestro pequeño niño tan esperado y tan valiente, tan agradecido y cariñoso....

sábado, 19 de noviembre de 2011

La lluvia a través de tus ojos


La lluvia entristece la mañana, la mañana y tus ojos, la luz es perezosa y fría através de las ventanas. Las calles luchan solitarias frente al viento. Un día más de otoño, de cualquier otoño de tu vida, el otoño siempre es triste, su mirada gris atraviesa el alma, ya no hay retorno, avanza deprisa hacia el helado filo del invierno. Todo aparece como antes, pero no lo es, no lo es en tu corazón, ni en el mio de madre confundida que no sabe como hacer que te abras a mis brazos y oídos. Yo lo veo tan fácil, podría ser tan fácil......El perro dormita bajo las ventanas y la lluvia se refleja metálica y gris en tus ojos y en tu dulce corazón desvalido.

viernes, 18 de noviembre de 2011



La distancia

No sé lo que sobrevuela vuestros pensamientos, lo que atenaza vuestro corazón, no quiero pensar que es la distancia, que mata y hace olvidar. Algo tan bonito, tan puro y tan joven no se puede disolver en una tarde fria, entre los opacos y tristes edificios de cualquier ciudad, que os hacen parecer extraños entre la gente gris, a de llegar la primavera, a de llegar con sus luminosas y largas tardes y todo será como antes, más fácil y azul. Y vosotros, juntos, frente al camino libre para recorrer; mientras, paciencia., mirar hacia dentro, la distancia es más corta y el tiempo pasa más rápido.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Miguel en el horizonte.

Todo a tus pies, todo lo que te pase por la imaginación, todo, si me lo pidieras todo, te lo daría todo, la inmensidad del tiempo, el horizonte azul de la llanura, con el sol brillando alto y las nubes corriendo despacito.
La vida te va haciendo mayor y a mí me va quitando las fuerzas, pero no veas como se sigue disparando mi corazón cuando mis pensamientos se posan en ti, mi dulce niño de oro.
Veo como enfrentas el horizonte con tu mirada rasgada, con tus ojos negros como noche de tormenta como te sientes por encima de todo lo que te rodea, las rocas, los campos, las sierras lejanas cubiertas de sombras azules y no tengo en este momento más alegría que tu vida.


miércoles, 2 de noviembre de 2011

OTOÑO

2 de Noviembre






Cientos de remolinos de hojas, hojas doradas, hojas rojas, ocres, barriendo las calles de sombras, amontonándose dormidas, muertas, extrañas en los olvidados callejones del pueblo, abrazándose inertes a las raíces que asoman en la húmeda y sombría tierra de los parques y los arriates grises y mohosos.



El otoño tardío, castiga la tarde con un viento vengador y frío, con un cielo helado y tan extrañamente azul, que los colores inundan los sueños y los ojos, el dorado, el rojo, el ocre....

martes, 2 de agosto de 2011



Me imagino tu cara, apareciendo entre las peonías, te tenemos ya tan cerquita, que casi sentimos el calorcito de tu aliento. Qué largo este mes de julio, que redonda la luna en las cuajadas noches, llenas de estrellas, fugaces mensajeras de nuestro amor por ti, seguro. Algún día lo comprenderás, yo te lo contaremos sentados en el parque en alguna noche como ésta o en el olivar, viendo el reflejo de la luna en el agua. Pronto estarás con nosotros, aunque ya formas parte inseparable de nuestras vidas, desde que te vimos en esas fotos tan lejanas, menuda sonrisa, directa a lo más hondo de nuestro corazón.

martes, 28 de junio de 2011

28 de Junio
El calor, este calor de finales de Junio, es insoportable, nos apalea el cuerpo y el alma desde la salida del sol hasta bien entrada la madrugada, unas tibias horas en las que agotados caemos en un sueño profundo pero corto. No nos atrevemos abrir puertas y ventanas y vivimos casi en la oscuridad, aprovechando el fresco de las viejas paredes. Sabios aquellos que construyeron estas casas, de gruesos muros hechos de barro y de paja. El pueblo parece arder y las calles solitarias llenas de cegadora luz, son como la desgastada sábana de un viejo fantasma. Al acercarte en la lejanía de los campos amarillos, es como si todo flotase en el azul del cielo, las casa, los árboles, las señales de tráfico, los coches y hasta los niños que valiente o imprudentemente, juegan sofocados en los parques. Extremadura, de dura piel curtida, duerme en el verano cansada y vieja, fatigada, a la espera de que una tarde gris refresque sus campos y su alma, remueva su interior repleto de semillas y de vida.

jueves, 23 de junio de 2011




Mira Miguel, la noche está llena de estrellas, es 23 de Junio y su brillo es misterioso, mágico. Por las antiguas calles del pueblo, en los callejones solitarios, se habla en susurros y la brisa del verano anclado ya a nuestro alrededor, remueve los recuerdos de otros años, cuando tus primos eran pequeños y en está corta noche, nos tirábamos boca arriba en el césped del parque y mientras escuchábamos a lo lejos la música de la verbena, solitos bajo la luz de la luna panzuda y extraña, imaginábamos historias de brujas y hadas, de curanderas, de viejas mujeres, que salían al amparo de la mágica noche hacer sus conjuros y buscar sus hiervas, bendecidas por el solsticio de verano o por la bondad de San Juan, que las protege desde su ermita, rodeado de magnolias. Yo quiero que te fijes en la estrella más grande más brillante, más cercana, te la regalo Miguel y miles de historias que tú quieras escuchar en esta noche, párate un ratito conmigo, que verás como huele el verano, verás como hacemos un hechizo para no separarnos nunca y que me quieras siempre.

martes, 24 de mayo de 2011


El azul comenzó a entrar por las grietas de las paredes, por los antiguos quicios de las ventanas y puertas, un azul untuoso, denso, caduco, como una vieja acuarela. En los patios los claveles rojos reventones, perfumados, libres en la cálida mañana, se axfisiaron en el atardecer tormentoso. Todo era irreal e inesperado pero el azul, el agobiante azul, como una venganza, como un castigo olvidado, después de tantos años, atravesó como un mal presagio la verdad de nuestros pensamientos de nuestros sueños, de nuestras viejas paredes, de nuestro futuro, de nuestras ideas ya lejanas.
El azul, ese azul pastoso, engominado y rancio, se extendía y se extendía como una traición.
22 de Mayo de 2011

martes, 10 de mayo de 2011

La luz del día se escapaba entre las piedras viejas, viejos arcos que enmarcaban el cielo gris y frío.
Hojas, flores y frutos grabados en otros tiempos, por otros hombres, con otras religiones y filosofías, firmes, erguidos ante los maravillados ojos de la gente de hoy. Las ruinas se ensombrecieron envueltas en silencio y atardeceres, lenta muy lenta la tarde se fue y atrás entre las esquinas de la antigua ciudad, dormía la historia, el alma de lo que un día fue.

10 de Mayo 2011

lunes, 2 de mayo de 2011


Foto de Ángel Sánchez Mora, 2º premio de Castuera en Imágenes


Cuando apareció en el pórtico de la iglesia, toda iluminada y majestuosa. con ese especial halo de tristeza, enmarcada entre las piedras viejas y el cielo negro encapotado, la gente se sorprendió. El frío mantenía las miradas alzadas hasta la imagen. Muy despacio empezaron a moverla, los tambores llenaron la noche y avanzaron lentos, aun con el recuerdo de la lluvia machacando el atardecer del viernes. Miguel miraba atento o conmovido, no sé, pero con un brillo curioso en sus ojos. Callado, no se perdía nada y no oía nada, inamovible y sin saber que era lo que pensaba, lo mirábamos, espectantes esperando su salida. Cuando hubo pasado la imagen a su lado, la luz de las velas iluminó su carita y se volvió hacia su madre ignorándonos a todos, la miró fijamente y sólo le preguntó: Mamá, ¿La perseguimos un rato?.

2 de Mayo de 2011

miércoles, 27 de abril de 2011



¿Por donde anda la suerte? ¿Se confundió con la primavera y anda perdida entre campos de amapolas y tardes suaves?. No me apetece buscarla, hace calor y me quema el sol la mirada. Sola se cansará, se aburrirá de colores y volverá, entrará en mi casa y sonreirá a los míos. Abrirán los jazmines de mi patio y el azahar cubrirá el suelo como una alfombra perfumada. Blancas las paredes y azul el cielo, tranquila el alma y dulce el sueño.

27 de Abril de 2011

miércoles, 16 de febrero de 2011




Muy lejos, en las sierras tupidas y oscuras, los árboles grandes, solitarios, parecen torreones en ruina colgados de las nubes. Nubes desprendidas del horizonte cerrado de la tarde gris. El agua embarrada y violenta anegó juncos y veredas, una bandada de patos imprudentes, pasa rozando la laguna enfangada, apenas se adivinan los colores, todo es sombra, todo se intuye. De repente la mirada se revela y unos rayos rebeldes que huyeron de su prisión de nubes negras, iluminan por un momento, un pino grande y antiguo entre cien almendros florecidos.

15 de Marzo de 2011

lunes, 7 de febrero de 2011


Quisiera saber pintar, transmitir en un lienzo los colores que me rodean, las sensaciones y los atardeceres, la sombra de la desnuda rama de un árbol, sobre el cesped, quemado por las heladas, el reflejo de la luna, tirada panza arriba en el frío cielo escarchado de febrero. Quisiera interpretar el silencio de la tarde desnuda y azul, el brillo del agua corriendo en el regajo que dejó la última lluvia. Quisiera plasmar para siempre la luz en los ojos de mis niños, de mis amados niños, con sus tonos dorados y miel, el negro profundo desde el que me mira Miguel, con sus dos rajitas misteriosas, almendradas mirando de frente al futuro. Quisiera tantas y tantas cosas, encerrarlas y conservarlas en el momento, en el instante que ocurren para llenarme de felicidad y no olvidar nunca. Retener el horizonte y el verde de la hierba, el blanco de las nubes y ocre del camino que se pierde a lo lejos.....
7 de Febrero 2011

domingo, 23 de enero de 2011


La luna aparece por fin detrás de la sombras de los árboles, difuminados en la niebla. La luz impávida, lejana, lo transfigura todo, la irrealidad opaca, rojiza del cielo, a medida que avanzamos,
nos transporta a otros mundos, aun sin salir del de nuestra propia alma. Es curioso y fantástico, en unos minutos, tras la semi oscuridad blanquecina en la que se sumían los campos, se despliega con toda su fuerza sobrenatural, la madre luna, plena de luz roja, deshaciendo la niebla y las sombras mientras nosotros avanzamos en el camino a casa, en el camino hacía otro día. Avanzamos en la noche cerrada y dura, con las pupilas dilatadas, frías ante la magia que por un momento nos envuelve.
23 de Enero 2011


domingo, 9 de enero de 2011






Todo ha amanecido sumergido en manto esponjoso y blanco, triste silencioso y extraño
nada es lo que parece, pero todo sigue ahí, translúcido y
atravesado por los recuerdos de los últimos días, el invierno, muestra otro color de su paleta fría y húmeda.







La fiesta se fue tras de la niebla, la niebla que lo transforma todo en irreal, en lejano, se apagaron las luces de Navidad y la casa volvió a quedarse sola, envuelta en la niebla densa y misteriosa que esconde la calle de enfrente, el cielo y los árboles. La soledad hace eco en las paredes y en la ventana el cielo es blanco y triste.



Enero duele más que cualquier otro mes del año.


9 de Enero de 2011