martes, 8 de diciembre de 2009

Joselito "El Gallo" y "El bizco Pardal"

Cuentan una vieja historia, que ocurrió a principios del siglo XX . Andaba por el mundo el legendario matador de toros "Joselito, El Gallo", siempre acompañado de una corte de personajes peculiares, seguidores y admiradores y otros que pretendían que les ayudase a triunfar como él, en ese mundo, difícil y peligroso. Entre ellos, destacaba un hombre, castizo y con buen humor, al que apodaban "El bizco Pardal", amigo del torero y muy popular en Écija ,siempre pidiendo y rogando una oportunidad, ya que él llevaba muy adentro la afición y el sueño de ser torero aunque se le olvidara por culpa del vino. Pedía y pedía, que el maestro, le regalara una capa, por que él no lograba tener dinero para comprarla, una vez y otra y siempre con la misma canción: "Maestro regalamé una capa". Hasta que un día harto de escuchar la misma monserga, el maestro le dijo a un mozo de espadas, que le diera una de sus capas, el mozo se la dio y "El bizco Pardal", se fue la mar de contento y agradecido. Al hombre, seguro que le dieron alguna oportunidad o Dios sabe qué, pero no le iría muy bien, y un día el maestro lo vio aparecer, todo descompuesto y cansado, con la capa rastrando por el suelo, mojándola en los charcos, que la lluvia había dejado la noche anterior. El maestro, al verlo, le dijo: pero hombre Pardal, ¿Cómo es que vienes así', tanto tiempo detrás de la capa y mira como la traes". El pobre hombre se lo quedó mirando fijamente y con esa gracia especial e innata que daba la vida y el hambre, en aquella época, le contesto: "Pues por eso mismo maestro, ¿No llevo yo tanto tiempo detrás de la capa?, pues por que venga la capa detrás de mí un rato no pasa na".

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