sábado, 5 de diciembre de 2009

MOU


Se fue de noche, sin escuchar a nadie, lo llamaban y seguía corriendo como loco. Se perdió en las sombras de la noche entre las tristes luces de las farolas enfiladas a lo largo del puente romano. El instinto o la necesidad lo llevó, detrás de una eventual amiga, que conoció en el parque. A partir de ahí, recorrió la ciudad, Dios sabe como y por donde, las noches, eran interminables esperando que regresara, pero no lo hacía, el frío empezó a metérsele en los huesos, pero ni aun así, cejaba en su enamoramiento. No podían dormir pensando donde estaría y como estaría con las estrellas por techo y la niebla del rio ocultado su rastro. Así pasaron tres días y tres noches, haciendo kilómetros para volver a verlo, nunca pensaron ver la ciudad como ellos la estaban viendo ahora. Pero hoy, cuando perdieron las esperanzas de encontrarlo y por casualidad, apareció tumbado en un parque, extenuado y tocado por el frío, su frívola aventura de amor había terminado y dolorido y triste, se había quedado esperando que lo encontraran y lo devolvieran a su casa. Bienvenido a casa MOU.

5 de Diciembre de 2009.

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