miércoles, 23 de junio de 2010

NOCHE DE SAN JUAN 2010

Seguro que ya andarán las brujas recorriendo los regajos y los arroyos escondidas en las sombras del anochecer, cuando se vaya la luz, entre ramos de claveles y de mejorana antigua, colgados en las puertas, los niños, miraran curiosos y desconfiados, las esquinas y callejones al pasar. Las estrellas brillan de una manera especial, como si en su intensidad, quisieran acortar aun más la noche de San Juan. En los patios, se habrán llenado grandes baños de agua y esparcido en la superficie irreal, que crea el brillo de la luna, toronjil y acedera, jazmín y espliego, que aguardan el influjo de la magia, para purificar el alma de los hombres y sus huesos. Las llamas de la hoguera, crean un mundo misterioso de colores imposibles, los rostros parecen transformarse con la luz anaranjada y roja, brillando en las pupilas, más allá del alma de los hombres. La brisa trae cuentos y leyendas muy viejos, que los niños escuchan callados y adormecidos y a veces temerosos. Todo, en conjunto, es diferente y mágico, la música suena por encima de los tejados, lejana, tal vez las brujas en el horizonte calmado de la noche, bailen entre conjuro y conjuro, através de las ondas propagadas en la oscuridad del cielo, entre la sierra y la serenidad de los campos solitarios.

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