miércoles, 27 de octubre de 2010





Un ángel se mira en el fondo del alma de los hombres, los días pasan y aun no decide como acomodarse, ni donde, el mundo es hostil, no se reparten las penas en estos nuevos tiempos de desesperanza y confusión. Seguro que se undirá en el corazón de los que siempre son afortunados, aun sin merecerlo. De nuevo el pobre será más pobre y el infeliz más desgraciado. Ángel perezoso e inútil, que no se complica y se mira ciego en la luz, alejado de la oscuridad de los callejones y de las lágrimas.

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