martes, 5 de enero de 2010



Ya casi que han llegado, Miguel, andan en los tejados del pueblo, con su infinita magia, esperando la noche. Seguro que cuando anochezca, aunque lleva lloviendo todo el día, saldrá una luna maravillosa y el cielo se cuajará de estrellas y entre todas, la más hermosa que los guió hasta aquí, hermosa y efímera, porque solo brillará esta noche. Espero que ese fulgor se grabe en tus ojitos chinos y te dure toda la vida, porque ese brillo tan especial se transformará en esperanza cuando seas adulto y en una secreta ilusión cada vez que llegue la noche del día 5 de Enero. ¡Madre mía! cómo recorrieron montañas y bosques, inmensas dunas, lagos azules donde se reflejaron la riqueza de sus capas y su miradas bondadosas. Y mientras, tú esperando, queriendo saber y saber, pues querido niño, ya aprenderás a esperarlos con el corazón del tiempo. Feliz noche y un maravilloso día de Reyes, para el rey de nuestra vida.

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