jueves, 25 de febrero de 2010


"Quisiera esconderme, esconderme, porque a veces no me gusto, no me encuentro tal como era yo ayer. Parece que no pasaron por mi existencia esos días, que no fui yo quien recibió el impacto, que no fui yo quien acumuló días y días grises. Siento al viento lamentarse entre los árboles y golpeando con fuerza mis ventanas, miro atrás y no me sigue nadie, tal vez nadie me siguió nunca. Soy lo que empiezo a ser con el día que nace, no quiero ser más, después de todo, nada es como lo sueñas o como te lo crees merecer. Siempre me quise esconder, esconder en las buenas palabras y en los buenos gestos, tal vez por pura cobardía y perdí y sigo perdiendo la esencia de lo que fui yo realmente, algo que se quedó en algún recodo del camino, dormido en algún atardecer de verano, con los años que pasaron rápidos y las arrugas que florecieron más rápidas aún. Pronto crecieron los tres brotes que nacieron de mi alma, buscaron el sol y se abrieron raudos, hacia la libertad que soñaron, aun siento el cosquilleo de sus raíces en mi corazón y eso es lo que me encara levemente a la vida."

No hay comentarios:

Publicar un comentario