sábado, 10 de abril de 2010




Se abre el mundo a la primavera, la vida bulle bajo el cielo azul, late el corazón de la tierra y todo ha cambiado de color, de olor, todo lo que fue gris, se transforma en miles de colores, en miles de verdes y azules. En un valle, donde el paisaje parece una ilustracion de un cuento japones, se cubren las montañas, durante diez escasos dias, de flores blancas suspendidas de cerezos imposibles encajados en bancales, hechos de tierra milenaria. El hombre para salir de su pobreza, creo una naturaleza esplendida, blanca y de una pureza exquisita, placer para los ojos y vida para el valle.

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